sust. fem.
1) Narración o exposición verdadera de los acontecimientos pasados y cosas memorables. En sentido absoluto se toma en relación de los sucesos públicos y políticos de los pueblos, y también de los hechos o manifestaciones de la actividad humana de cual quier otra clase.
2) Conjunto de los sucesos referidos por los historiadores.
3) Obra histórica compuesta por un escritor.
4) Obra histórica en que se refieren los acontecimientos de un pueblo o de un personaje.
5) fig. Relación de cualquier género de aventura o suceso, aunque sea de carácter privado.
6) fig. Fábula o narración inventada.
7) fig. fam. Cuento, chisme, enredo. Se utiliza más en plural.
8) Pintura. Cuadro o tapiz que representa un caso histórico o fabuloso.
Nota ampliatoria:
Historia. La investigación histórica, con apoyo en una metodología cada día más rigurosa y perfecta, acrecienta el ánimo de nuestros conocimientos acerca del pasado de la humanidad. La historia ha dejado de ser un arte para convertirse en ciencia. Nuevos métodos de trabajo han permitido remontar los orígenes de la humanidad varios millones de años atrás, hasta formar un período, mucho más dilatado que el propiamente histórico, que se ha convenido en llamar Prehistoria, subdividiéndolo en etapas caracterizadas por sucesivos perfeccionamiento técnicos. La fase de dicho período más inmediata a la historia se llamó Protohistoria por considerar que los testimonios indirectos para su conocimiento eran suficientemente explícitos como para considerarlos "primera historia". Mas esta última denominación o las periodizaciones sucesivas de la Prehistoria son objeto de discusión por parte de los técnicos; y aún la Prehistoria se ha convertido en campo de trabajo independizado de la historia, pasando a constituir una ciencia independiente. Con fines pedagógicos, se subdividió el período histórico en cuatro edades: Antigua, Media, Moderna y Contemporánea, que se delimitaron del siguiente modo: La Edad Antigua comprende las civilizaciones de los pueblos antiguos más conocidos del Occidente (Egipto, Caldea, China, India, Fenicia, Persia Grecia y Roma) y se extendió desde la caída del Imperio romano de Occidente 476. La Edad Media se extiende desde la fecha hasta la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, y comprende las Cruzadas, el feudalismo y el principio de las nacionalidades. La Edad Moderna alcanza desde el establecimiento de los turcos en la Europa oriental hasta la Revolución francesa (1453-1789), y comprende la invención de la imprenta, los grandes descubrimientos geográficos, el Renacimiento la Reforma, las consiguientes guerras de religión y las motivadas por rivalidades dinásticas, la poderosa reacción contra la intolerancia y el absolutismo, y la gran Revolución que tan hondamente transformó el régimen social. Finalmente, la Edad Contemporánea, empieza con la Revolución francesa y continúa hasta nuestros días con las guerras napoléonicas, la Restauración, el desarrollo de las nacionalidades, las exploraciones geográficas en Africa y Asia, las rivalidades políticas y comerciales de las grandes potencias, y las grandes conflagraciones que fueron su consecuencia. Entre los verdaderos Padres de la Historia se cuentan Herodoto de Halicarnaso, iniciador de la recopilación sistemática y dubitativa de los hechos referidos y de la investigación en el terreno; Polibio de Megalópolis, el iniciador del estudio comparativo de la historia y el primero en plantear que los hechos históricos se presentan siempre relacionados entre sí, y que no es posible comprender la historia de una nación sin estudiar también las de las naciones con ella relacionadas. En la actualidad la Historia está íntimamente relacionada a numerosas otras disciplinas de las llamadas ciencias sociales, como la etnografía, la antropología, la filología, etc.